By: Mg. Carlos Alberto Guanoquiza
Profesor de la Escuela Indoamérica
Saquisilí - Cotopaxi - Ecuador
Docente de la Universidad Técnica de Cotopaxi
Latacunga - Cotopaxi - Ecuador
2013
2013
INTRODUCCIÓN
John Dewey nació en Burlington (Vermont) en 1859.
Se graduó en la Universidad de Vermont en 1879, luego continuó sus estudios en
el departamento de filosofía de la universidad John Hopkins. Dewey fue el
filósofo norteamericano más importante de la primera mitad del siglo XX. Su
carrera abarcó la vida de tres generaciones y su voz pudo oírse en medio de las
controversias culturales de los Estados Unidos (y del extranjero) desde el
decenio de 1890 hasta su muerte en 1952, cuando tenía casi 92 años. A lo largo
de su extensa carrera, Dewey desarrolló una filosofía que abogaba por la unidad
entre la teoría y la práctica, unidad que ejemplificaba en su propio quehacer
de intelectual y militante político. Su pensamiento se basaba en la convicción
moral de que “democracia es libertad”, por lo que dedicó toda su vida a elaborar
una argumentación filosófica para fundamentar esta convicción y a militar para
llevarla a la práctica (Dewey, 1892, pág. 8)
SÍNTESIS
Los seres humanos se
diferencian de los animales, debido a que éstos están en constante renovación,
la cual se da a través del tiempo y la educación.
La
sociedad existe mediante un proceso de transmisión, la cual se la realiza por
medio de la comunicación de hábitos de hacer, pensar y sentir de los más viejos
a los más jóvenes, siendo éstos, una manera de educar.
Toda organización social que es vitalmente compartida, es
educadora, por lo que, es necesario diferenciar entre lo que es educación
incidental y educación intencionada. La educación incidental (la que se obtiene
de vivir con los demás) no expresa la razón de la asociación, se
traspasa de generación en generación, y la educación deliberada o intencionada,
es la educación formal.
Así,
a medida que la sociedad avanza, se produce un alejamiento entre las
capacidades de los jóvenes y las ocupaciones de los adultos. Aumenta la
necesidad de la enseñanza y aprendizaje sistemático. Surgen así las
organizaciones, las escuelas, y la tarea
de enseñar queda relegada únicamente a
un grupo especial. Sin embargo, existe el peligro de que el material de la
instrucción sistemática sea aislado de los temas de las experiencias de vida.
Es por esto que debe existir una estrecha relación entre estos dos tipos de
educación.
Así, la educación se entiende como el proceso de dirigir o
encauzar a los miembros inmaduros de la sociedad, y provocar así, la
permanencia de las costumbres y tradiciones. No obstante, existen actividades
que pueden ser modificadas producto del entorno, que pueden influir en los
impulsos y aspectos internos de los individuos, lo que permite una liberación
de las limitaciones impuestas por su grupo social.
La función
principal de la educación consiste en dirigir, controlar y guiar a los
individuos a potenciar sus capacidades naturales, conforme al plan establecido
por la sociedad, en busca de un fin comunitario. Para ello, es necesario
controlar los actos de los seres, y evitar que se desvíen y se pierda el
equilibrio.
La interacción entre los individuos es fundamental, pues mediante
ella los seres se hacen partícipes en las acciones y sus cambios, sin olvidar
la dirección que debe trascender en el tiempo de modo conciente y
significativo. Esto, debido a que sólo cuando se adquiere un sentido social de
las actividades, el ser realmente sabe lo que hace, se siente y forma parte de
una comunidad.
Los
rasgos principales de la inmadurez comprenden la dependencia y la plasticidad,
y de esta última junto a la necesidad de
los demás, depende el crecimiento. Ambas condiciones se dan plenamente en la
infancia y la juventud. Las doctrinas
pedagógicas son las que llevan a este crecimiento. La educación se define como
la adquisición de hábitos que efectúan un ajuste del individuo y su ambiente.
Estos hábitos significan formación de disposiciones intelectuales y emotivas,
Los hábitos se oponen a la rutina que marca una detención, y el proceso
educativo constituye una misma cosa con el crecimiento, no tiene otro fin más que en sí mismo, es un
proceso de reorganización, reconstrucción y transformación continua.
Sustentando
que la educación es un desenvolvimiento desde adentro hacia afuera, el
crecimiento es un medio de hacer explicito lo implícito, puesto que no puede
hacerse un uso definido de lo que no está explicito, tiene que encontrase algo
para representarlo. Según Froebel, el valor simbólico místico de ciertos actos
y objetos, representa el todo absoluto que se halla en el proceso de
desenvolvimiento. Según Hegel, las instituciones existentes son sus
representantes efectivos actuales.
El
valor que se le da a las primeras experiencias de los seres que aún son
inmaduros, es lo más relevante, sobre todo a causa de la tendencia a
considerarlas como de poco valor. Pero el detalle está, en que la experiencia
no consiste en el material que se presenta
externamente, sino en la alteración de las tendencias congénitas por el
ambiente que modifica las actividades como el ambiente en forma progresiva.
Una
sociedad es democrática, en la medida que facilita la participación en sus
bienes y de todos sus miembros en condiciones iguales, esta sociedad debe tener
un tipo de educación que entregue a los individuos un interés personal en las
relaciones y el control social, y de hábitos que produzcan los cambios
sociales.
Los
fines de la educación se refieren siempre al resultado de todo proceso natural
traído a la conciencia, y convertido en un factor para determinar la
observación presente y la elección de los modos de actuar.
No
tiene sentido hablar de una finalidad educativa, cuando cada acto esta guiado
por el maestro, sino, que un fin implica actividades ordenadas con una
terminación progresiva del proceso. Por lo tanto, actuar con un fin equivale a
actuar con capacidad. Los fines significan la aceptación de responsabilidades
por las observaciones, anticipaciones y arreglos requeridos para realizar una
función.
La
naturaleza como proveedora del fin, se refiere a que la educación es un proceso
de desarrollo de acuerdo con la naturaleza y en oposición a lo social.
La
pedagogía, en oposición al convencionalismo que se encuentra en su entorno,
propende a recurrir a la naturaleza como norma, es decir, supone que la
naturaleza a de aportar la ley y el fin del desarrollo, entonces, hay que dejar
que la naturaleza haga su labor, pues con ella se desarrolla el organismo, se
adquiere capacidades, experiencias personales, constituyéndose la educación de
la naturaleza.
El
fin del desarrollo natural se traduce en el fin del respeto a la movilidad
física, el niño está siempre en movimiento, por lo tanto la función de la
naturaleza es fortalecer el cuerpo, en concreto, la naturaleza atiende al papel
real desempeñado por el uso de los órganos corporales en las exploraciones y en
el manejo de materiales.
La
eficacia social como propósito educativo debe significar el cultivo de la
libertad para realizar actividades compartidas y comunes.
Cuando
se habla despectivamente de interés en educación, significa designar algún
carácter de seducción a un material por otra parte indiferente, lograr la
atención y el esfuerzo ofreciendo un soborno de placer. Este procedimiento es
estigmatizado adecuadamente como pedagogía “suave” como una educación de
“cantina benéfica”. Pero la objeción se basa en el hecho o suposición de que no
tienen interés en sí, las formas de destreza que han de adquirirse y la materia
de estudio que ha de apropiarse, sino que el interés está en descubrir objetos
de acción que se hallen en conexión con las facultades o capacidades presentes.
En
cuanto a la disciplina, se puede mencionar que, cuando una actividad necesita
tiempo, cuando se encuentran muchos obstáculos entre su iniciación y su
terminación, se requiere deliberación y persistencia.
Una
persona que está preparada, que sea capaz de considerar sus acciones, para
emprender voluntariosamente, es una persona disciplinada. Un ser con disciplina utiliza su voluntad y desarrolla su
atención y pensamiento, mediante la experiencia, en que se le da sentido y se
establece una conexión entre lo que se realiza
y sus consecuencias.
El
interés y la disciplina están conexionados y no en oposición, debido a que
éstos son aspectos correlativos de la actividad que tiene un fin.
La
naturaleza de la experiencia solo puede comprenderse observando que incluye un
elemento activo y otro pasivo combinados. Por el lado activo, la experiencia es
ensayar un sentido que se manifiesta en el termino conexo “experimento”. Por el
lado pasivo, es sufrir o padecer. Cuando experimentamos algo actuamos sobre
ello, después sufrimos o padecemos sus consecuencias. En tales condiciones, el
hacer se convierte en un ensayar, un experimento con el mundo para averiguar como
es, y el sufrir en instrucción, es decir, en el descubrimiento de la conexión
de las cosas.
El
pensamiento se refiere a la reflexión en la experiencia, es el discernimiento
de la relación que existe entre lo que tratamos de hacer y lo que ocurre como
consecuencia, además, implica preocupación por el resultado, debido a la
identificación de las acciones con nuestro propio destino. Todas las
experiencias tienen una fase, llamada “ensayo” y “error”, es decir, si
fracasamos en algo hacemos otra cosa y seguimos ensayando hasta que damos con
algo que nos permite seguir nuestro camino. Por lo tanto, el método extiende
nuestro control práctico, porque nos damos cuenta si faltan algunas de las
condiciones o los antecedentes necesarios, y así trabajamos para obtenerlos.
El
pensamiento en la educación está relacionado con el método, el método es
pensar. Nadie duda teóricamente de la importancia de fomentar en la escuela los
bueno hábitos de pensar, pero no es de la misma manera en la práctica. La única
senda directa a la mejora permanente en los métodos de instrucción y aprender
consiste, en concentrarse sobre las condiciones que exigen, promueven y
comprueban el pensar. El pensamiento es el método de aprender, que emplea y
recompensa el espíritu. El método de pensar, es importante en educación, y hay
que tener en cuenta, que el pensar es el método, el método de la experiencia
inteligente. Este método que tiene éxito en la educación, produce reflexión en
la vida, da a los alumnos algo que hacer, no algo que aprender, y el hacer es
de tal naturaleza, que exige pensamiento o la observación intencional de
conexiones, el aprender se produce naturalmente.
Los
procesos de instrucción, se unifican en la medida en que se centran en la
producción de buenos hábitos de pensamiento, el cual constituye el método de la
experiencia educativa.
Al referirse a método, el autor lo plantea como el
modo por medio del cual se puede entender la materia a estudiar. Se deja en
claro, que se debe mirar el método y la materia a estudiar como un todo, debido
a las múltiples interacciones que existen entre ambas, las que finalmente dan
paso a la experiencia. Se pueden distinguir los métodos generales e
individuales, los primeros son compartidos por todos los sujetos, y se generan
como consecuencia de asuntos tales como: conocimiento del pasado, de las
técnicas, de los materiales, de los modos que permiten obtener los mejores
resultados. Los individuales en cambio, varían de un sujeto a otro, según
varían sus capacidades instintivas originales, experiencias pasadas y sus
preferencias.
Por
otro lado, la materia de estudio es un conjunto de significados que
proporcionan un contenido a la vida social existente. Desde el punto de vista
del educador, la materia de estudio
representa recursos activos y el capital disponible.
El juego y el trabajo se corresponden etapa por etapa,
con los rasgos de la etapa inicial del conocimiento que consiste en aprender,
en cómo hacer y familiarizarse con las cosas. Conviene no
confundir entre el juego y el trabajo, ya que la característica del juego no es la diversión ni la carencia de fin,
sino, que es una actividad en el mismo sentido, sin definir la continuidad de
la acción con referencia a los resultados producidos. A mayor complejidad de la actividad, mayor
será la atención que capte de los alumnos y mayores también serán los
resultados alcanzados, transformándose gradualmente en trabajo.
Debido a la riqueza de información que poseen, la
geografía y la historia son consideradas como dos grandes recursos para
producir la ampliación de una experiencia personal, ya que proporcionan los caminos directos o
interesantes para penetrar en el mundo de los significados. Mientras la
historia revela las implicaciones humanas, la geografía revela todas aquellas
conexiones naturales en las que estamos inmersos.
La
ciencia es aquel conocimiento producto de los métodos de observación, reflexión
y comprobación, que se adoptan deliberadamente para obtener una materia
establecida y asegurada. Como todo conocimiento, es un resultado de la
actividad que produce ciertos cambios en el ambiente, y la ciencia es el
perfeccionamiento del conocer. La ciencia genera progreso social, ya que es capaz de emancipar una idea
del contexto particular, y darle un
sentido más amplio es poner a
disposición del hombre el resultado de toda experiencia de un individuo.
El
termino valor tiene dos significaciones diferentes: la aptitud de apreciar una
cosa encontrándola valiosa intrínsicamente (apreciar) y el carácter, es un acto
intelectual para evaluar. La materia se construye con ambos valores y no
debiesen separarse, ya que están presentes en la fase del desarrollo.
He
aquí la función de la educación, de luchar contra el asilamiento y que puedan
actuar recíprocamente. La educación genera un núcleo social democrático que lucha
contra el asilamiento.
En
términos educativos, la educación se divide en liberal referida a la vida como
un autoconocimiento, fundado en el ocio
como conocimiento por su propia causa, y,
otro tipo con un sentido práctico y de utilidad, dejando de lado lo que está
definido de manera intelectual (educación mas mecánica).
El
problema de la educación en una sociedad democrática, es suprimir el dualismo
(no desea que se deba optar por más liberal o más pragmática) pretender un plan
de estudios que considere a ambos tipos de educación.
A
raíz del surgimiento de la filosofía, nace esta contraposición entre lo
intelectual (razón) y lo práctico
(experiencia). La razón es exaltada y lo práctico disminuido. La
experiencia deja de ser empírica y es experimental, y la razón deja de ser una
facultad remota e ideal, y se entiende como todos los recursos en los cuales
fecunda los significados.
La
división de la educación se refleja en la filosofía dualista, donde se
considera al espíritu y al mundo como dos reinos de la existencia, que son
independientes pero que tienen algunos puntos en común. Es así como los
estudios naturalistas son indispensables, pero sólo lo son en interés de los
fines humanistas. Es decir, es una etapa necesaria para llevar el espíritu a la
comprensión de la existencia humana. La educación debiese tomar su punto de
partida de la estrecha interdependencia entre los estudios humanistas y los
naturalistas. Es decir, facilitar ambas disciplinas y no separarlas, ya que los
alumnos se encuentran con ambas en su vida diaria.
Una
sociedad democrática, debe permitir la libertad individual y el juego libre de
las diferentes capacidades e interés en sus medidas educativas, a través del
espíritu, como puramente individual, y el espíritu individual, como agente de la reorganización. Además, es necesario que los alumnos
trabajen en relación con otros, ya que a veces ciertas capacidades se presentan
sólo cuando están en interacción con sus pares.
La
vocación, es la dirección de las actividades de la vida de la naturaleza que
son significativas para la persona. La única preparación adecuada para una
ocupación es mediante el desarrollo de la misma. Es así, como la vocación permitiría que las
cosas se hicieran con más agrado, ya que la inteligencia se ejercita mejor
dentro de la actividad que pone la naturaleza al servicio del hombre. Descubrir
que uno tiene una aptitud para hacer y lograr algo es la llave de la felicidad.
Según Platón, este trabajo debe hacerlo la educación, descubrir para que las
personas son buenas.
Se
ha definido la filosofía como formas que implican una cierta generalidad,
totalidad y última relación de la materia y el método. Respecto a la materia,
la filosofía es una tentativa para comprender, esto es, para reunir los
diversos detalles del mundo y la vida en un solo todo comprensivo, que o bien
debe ser una unidad o como en los sistemas dualistas, debe reducir los detalles
plurales a un pequeño número de principios últimos. La palabra filosofía está
expresada en el amor a la sabiduría. La ciencia se relaciona con los hechos,
con el actuar, en cambio la filosofía tiene que ver con la actitud hacia las
consideraciones que gobiernan la conducta.
Si
estamos dispuestos a concebir la educación como el proceso de formar
disposiciones fundamentales, intelectuales y emocionales respecto a la
naturaleza y los hombres, la filosofía puede incluso definirse como la teoría
general de la educación. Además, como la educación es el proceso mediante el
cual puede realizarse la transformación necesitada y no seguir siendo una mera
hipótesis respecto a lo que es deseable, alcanzamos una justificación de la
afirmación de que la filosofía es la teoría de la educación como una práctica
deliberadamente dirigida.
Los empiristas o prácticos plantean que su inteligencia
va a estar relacionada con la contemplación de los sentidos, son los realistas
que están en conocimiento directo de las
cosas y se adaptan directamente a ellas.
Los idealistas se preocupan por el significado de las cosas y las trasladan a
un mundo religioso y espiritual. Por otra parte, también están los preocupados
por el progreso, su conocimiento esta en cambiar los conocimientos que
recibieron y transformarlo en conocimiento
individual.
El
problema más importante de la educación moral es la relación entre el conocimiento y la conducta, porque a
menos aprendizaje o educación, la conducta moral es peor. Cuando no existe la
conexión orgánica entre los métodos y el conocimiento del desarrollo moral, hay
que recurrir a disciplinas particulares. Esto permite no trabajar bajo
supuestos y una real conexión con la vida.
Finalmente,
la educación para la democracia requiere que la escuela se convierta en una
institución que sea provisionalmente un lugar de vida para el niño, en la que
éste sea un miembro de la sociedad, tenga conciencia de su pertenencia y a la
que contribuya. Esta teoría esta mucho
menos centrada en el niño y más en el maestro de lo que se suele pensar.
Su
convicción de que la escuela, tal como la concibe inculcará en el niño un
carácter democrático, se basa menos en la confianza de las capacidades
espontáneas y primitivas del niño que en la aptitud de los maestros para crear
en clase un entorno adecuado.
REFERENCIAS
-
Dewey
J, (1998). Democracia y Educación, Una Introducción a la Filosofía de la
Educación, Tercera Edición, Ediciones Morata, S. L. Madrid
Westbrook, R. (1991). John Dewey and American democracy. Ithaca. Cornell University
Press.
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